11.11.08

EL RECUERDO DEL PROPIO SONIDO

Leyendo en la nota de Ezio Magliano la apreciación sobre la "identidad sonora" de cada persona, recuerdo haber recibido hace tiempo esta historia -desconozco si real o no- que deseo compartir con ustedes.


Dice la misma que, cuando una mujer en una tribu africana sabe que está embarazada, va a la floresta con algunas compañeras y juntas se concentran y meditan, hasta poder oír la canción que emite el bebé.

Ellas saben que cada alma tiene su propia vibración,
su propia música,
que expresa su propósito y su aroma propio.

Cuando las mujeres sienten la canción, se afinan, y la cantan en voz alta. Vuelven entonces a la aldea y la enseñan a los demás.

Cuando el bebé nace, toda la tribu se reúne y le canta su canción.
Más tarde, a la edad de iniciar su aprendizaje, la tribu vuelve a reunirse para cantarle su canción al niño.
En el momento en que éste forma pareja, la persona vuelve a oír su canción entonada por todos los integrantes de la tribu.
Finalmente, cuando su alma está lista para salir de este mundo, la familia y toda la tribu se reúne a su alrededor y -como lo hicieron en el nacimiento- le cantan la canción para que ella siga recordándola hasta la próxima vida...

Aquí termina la historia.

Curiosamente anoche, en nuestros encuentros de Biomúsica con los próximos operadores argentinos, hablábamos sobre la sensibilidad de reconocer el sonido de cada uno... hablamos del recuerdo y del sonido.
Un maestro sufi llamado Omar Shah escribió una vez algo asi como que "un verdadero terapeuta entra en empatía con la persona, y descubre cuál es su sonido."

El camino de la vida a través de los tiempos y los lugares, vuelve a repetir su mensaje.



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