21.8.08

¿CÓMO REENCONTRARNOS? 1ª parte


Entrevista de RALPH BARILE a
Laura Jazmín Guli, psicóloga especialista en adicciones y sexualidad, y a Daniel Scian, médico psiquiatra.




- Ellas dicen que Ellos tienen miedo al compromiso. ¿Será cierto?
Daniel Scian: ¿Cuál es el compromiso?

- Cuidar una relación, para sintetizar.
DS: Es mas común lo de percanta que me amuraste que la del tipo que dejó a la mujer. Por eso hay que definir cuál es el compromiso...
Jazmín Guli: Tendría que haber una permanencia en el vínculo, porque si es un vínculo de zapping, es obvio que no lo hay. Para empezar comparto lo que dice Daniel. No es un tema de géneros, sino mas bien del momento. El tema está en qué le dijo antes ese hombre a esa mujer.
DS: claro, cómo fue que ella se creó esa fantasía.
JG: Si el hombre le dijo "Me gustás mucho, pasaría la vida con vos" y después desaparece, es natural pensar que no se comprometió.
DS: También hay etapas en la vida de la mujer, etapas de infidelidad absoluta. Y además muchas veces son los tipos los que se quedan deslumbrados con una mujer que los trata muy mal.
JG: Pero hay características de varones y de mujeres.
DS: Es el género cultural: es hombre o es mujer. Toda la reivindicación de las mujeres termina siendo para que las mujeres, hagan las peores cosas de los hombres: la colimba, box... algo anda mal.

- ¿Por qué las mujeres independientes adoptan características masculinas?
DS: Creo que la verdadera reivindicación de lo femenino es el rescate de lo femenino. Pero las mujeres terminando siendo milicas, y los hombres empezaron a cambiar pañales, empezaron a contener, que es lo femenino. Y las mujeres a penetrar, que es lo masculino, la forma mas ridícula, más superficial, de lo masculino...

- ¿Y hacia dónde vamos?
JG: No sabemos si estamos yendo hacia un matriarcado o retornando al patriarcado.

- ¿El patriarcado no es producto del capital y la herencia?
JG: El patriarcado aparece con el poder, con la territorialidad.

- El matriarcado es anterior, porque la madre era la única que podía estar segura que ese era su hijo...
JG: Yo no sé a dónde estamos yendo, sé que estamos cambiando.
DS: Mi utopía es una situación igualitaria, donde se desarrolle todo lo femenino que pueda haber en el mundo, y todo lo masculino, y que haya un proyecto equivalente. Eso sería maravilloso, pero para eso hace falta un aumento de la calidad humana, que es la otra variable seas del género que seas.

- El mundo es el producto de esa calidad humana...
DS: La cuestión de la soledad depende de algo mas sencillo, que es el alejamiento absoluto del cuerpo, pero del cuerpo real. No sentís el cuerpo. Entonces tenés que sentirlo siempre mediatizado por personas, objetos, deportes, fitness. Tenés que ir a un lugar a encontrar tu cuerpo.
JG: ¿Por qué la soledad actual? Porque estamos desconectados de todo, de la vida.
DS: El tipo que vive en el campo, conectado con la naturaleza, con las ovejitas...
JG: ... no se siente solo.
DS: Exactamente! Incluso pasando horas en soledad.
JG: Es que esta desconexión -no saber dónde está la fuente- es algo bien urbano.
DS: En la ciudad podés estar en medio de una fiesta sintiendo una soledad terrible. Eso es bien urbano, porque es el lugar donde se mediatiza el contacto con tu propio cuerpo, el fenómeno del culto al cuerpo mediatizado por otros y por otras cosas, en vez de estar sin anestesia con vos mismo, sentir el cuerpo como fenómeno básico, despertarte y sentir que tenés tu cuerpo. En la ciudad te levantás rápido para ir al gimnasio a ir a buscar tu cuerpo, que guardeste en el locker de ahí.
JG: No hay soledad cuando te habitás a vos mismo.

- Es como si hubiera un para qué enamorarse, cuando enamorarse no tiene un para qué. Es como un artículo de consumo. Se termina una relación de largo tiempo y enseguida hay que salir a buscar otra...
JG: El otro día vino una chica de 30 años, una paciente que es psiquiatra, y me decía: "no es normal, no es normal que yo esté tan bajoneada." Se había separado de un novio con el que había estado cinco años, y hacía cinco meses. Yo le dije que me alegraba que estuviera bajoneada, porque estaría chapita si no lo estuviera, sería una deshonra para ella si hubiera tapado ese vacío con otras relaciones.
DS: Sería una distorsión. Es como si te martillaras un dedo y dijeras "siento una extraña sensación, no sé por qué me duele el dedo". Hoy, enamorarse, se vive como una adicción química, una necesidad a las endorfinas del amor. Entonces, pasás a otro sin mas, sin duelo, sin respetar ni respetarte. Es como leer las solapas de los libros, o el principio y el final y todo el resto no. Es una adicción al impacto y al efecto. Es como si agarraras los discos de los Beatles y te grabaras un disco entero con ese pedacito que te gusta, lo repetís hasta el cansancio y al final te pudre, es totalmente irreal, y eso es bien citadino.
JG: Hay un horror al vacío, al silencio, no se puede estar en una casa en silencio, tiene que haber algo encendido, que hable, que tenga música, la computadora... creen que están conectados. Hablo de "ellos" porque no me siento identificada con eso.
DS: Todo esto viene de una tribu planetaria que es Europa, porque toda la globalización es el pensamiento europeo. No pasa en lugares no europeizados. Europa, los Estados Unidos, el Primer Mundo, la cultura europea.
JG: Hay una tendencia de este tipo de cultura globalizante que nos está separando. Se aprovecha este horror al vacío que siente el ser humano, para instalar mas y mas la sociedad de consumo, que separa al ser humano de si mismo. Hoy en día en China, hay mucha rebeldía, los jóvenes están entrando en nuestras frecuencias, está empezando a haber crisis en las parejas. Mi ahijada estuvo trabajando en India y quedó impactada con el cambio en la sociedad que hubo en los últimos 10 años. La sociedad cambió radicalmente, se está pervirtiendo.

- En esos países cambiaron los paradigmas con el crecimiento de sus economías. ¿Es que el objetivo ahora es tener en vez de ser?
DS: Es el indio con traje el que está dispuesto a pagar los costos...

- ¿Y si se sabe a priori cuáles son esos costos?
DS: Sucede que no acciona como en un contrato que primero lo podés estudiar. En el Amozonas, por ejemplo, donde hay tribus protegidas que viven en un estado paradisíaco, cuando sus habitantes empiezan a ir a las ciudades, en pocos meses se alcoholizan, se prostituyen, entran por la puerta de atrás de la cultura.

- Hay una historia singular sobre eso. Los pobladores de las tribus de Amazonas han empezado a trabajar para el sistema y, contrariamente a las promesas que les hicieron, se están muriendo de hambre porque se han acostumbrado a ir a comprar alimentos a las verdulerías. El caso es tan lamentable que hay ONGs que les están enseñando a cultivar sus alimentos, les están haciendo recordar que cuando cultivaban sus alimentos no tenían nada que comprar...
JG: Pasa en nuestro norte argentino. Las mujeres se han alejado de los tejidos, de las lanas, de las texturas, no saben hacer dulces, compran el dulce ARCOR.
Cuando fue la crisis de 2001 estaban re-mal, la mayoría eran empleados estatales cuando tenían a dos horas hilados naturales que se tiñen de forma natural, y que en Europa se cotizan muy caros. Yo les proponía que fueran a buscar tejedoras. Pasaron dos semanas y no encontraban en la ciudad de Catamarca.
Es lo del indio con traje. Si les hubieran dicho cómo iba a ser, nadie hubiera elegido eso.
DS: Es un modelo perverso.
JG: El sistema quiere clientes.
DS: Es la mediatización. Ahora, para buscar a otros, se necesita un intermediario, un celestinismo, un grupo de "solas y solos" que me conecte con otra persona. La etapa del noviazgo, o del conocimiento de otra persona, es una etapa publicitaria, en donde las personas tienen que vender un producto. Hay toda una actitud de poner por delante lo que a mi se me antoja que es lo mejor, y si además conozco un poco cómo siente el otro, puedo hacer lo que sé que al otro le resulta mejor. Es toda una secuencia de errores terribles, porque llega un momento en el que tenés que sacarte todos los disfraces y lo que queda son los agujeros en la camiseta, que es donde empieza lo maravilloso y lo mas apasionante. Del otro lado de los agujeros de la camiseta, está el hombre. Es como el tipo que se especializa en comer chicle con azúcar y cuando se termina el azúcar, se como otro y otro y nunca llega a hacer globos, porque no te salen bien los globos cuando tienen mucho azúcar. La gente no tiene la necesidad necesaria para jugarse y crecer después de la etapa del romance. No estoy hablando de la familia Ingalls, es algo mucho mas profundo y complejo...
JG: Está todo fabricado para huir de eso.
DS: Para mi la cuestión es clara y tiene que ver con haber perdido el registro de tu propio cuerpo, y además no reconocer al otro.Es como si para saber que vos sos mi hermano necesitara mostrarte la cédula.
Perdimos el olfato como un perro que come azúcar. No tenés la capacidad de reconocer lo que reconocerías a 800 kms por instinto natural por concordancia de lo que vos sentís de vos mismo. Los romances verdaderos tienen un componente importante que es que dos personas se reconozcan.
JG: En esta desconexión de vos mismo, también empezás a ir por lugares equivocados, porque perdiste el olfato. Empezás a auto-convencerte de que estás equivocada y de que el sistema tiene razón, y que sos tonta, porque andás oliendo el aire para ver si va a llover en vez de mirar el servicio metereológico.

Primera parte de la entrevista publicada en la Revista Metrópolis, Buenos Aires, Argentina.

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