23.8.08

¿CÓMO REENCONTRARNOS? 2ª parte

(Continuación)

- Pero la publicidad te dice todo el tiempo que tenés que parecerte a otras personas y no a vos mismo...
JG: Ésa es la perversión del instinto, la perversión de lo natural. En busca del éxito nos vamos pervirtiendo poco a poco al desconectarnos de lo natural, del cuerpo, después de nuestro entorno o de nuestra inclusión en un sistema mayor. Cuando vas conectándote naturalmente con los sistemas mayores -en los que estás inserto- te conectás con lo espiritual.
DS: Es como jugar a la rayuela y estar buscando esa piedra proyectada. Eso hace que estés todo el tiempo como recordando la búsqueda de algo extraño que está afuera, en lugar de aquietarte y recordarte que vos sos un sistema de memorias. En realidad, uno es una memoria gigantesca de todo, y para ello uno tiene que callarse, quedarte tranquilito y sentirse, es la manera de percibir y volver a recordar. Poner afuera -el proyectar- tiene que ver con un olvido del modo de recordar, por ejemplo cuando éramos monos, o perros, qué se yo... marcábamos un territorio, olíamos y era fácil. Después de que empezás a usar perfume francés, reconocés marcas, no personas. Yo no puedo irradiar como cuando era primitivo porque ya no es tolerable para mi mismo eso olor. Pero si hicimos un salto evolutivo para poder irradiar otras cosas, otros perfumes diferentes, probablemente nos podríamos reconocer de otras maneras mucho mas interesantes.

- La gente está acostumbrada a contar tanto lo que le pasa, que no se hace cargo de nada, porque lo mediatiza. ¿Es asi?
JG: Hay que aprender a aquietarse, a silenciarse; pasar del horror al silencio y al vacío...
DS: Es la estructura básica de la doble moral de nuestra cultura.
JG: Cuanto más alejado estás de vos mismo, te sentís angustiado, te sentís solo, cada vez sentís que es peor estar solo, y seguís convencido de eso, empezás a "consumir".
DS: Desde el calentamiento global hasta la locura del consumismo en la que vivimos, todo es de una necesidad horrible. Lo mejor que les pasa a los poderosos que lo producen es morirse antes de vivir sus propias consecuencias, morirse antes de que largue olor el cadáver...

- Es ese "qué me importa, si cuando aparezcan las consecuencias de lo que hago voy a estar muerto..."
JG: Desde que el hombre es hombre, desde que el ser humano empezó a evolucionar hacia la conciencia de si, empezó a preguntarse qué hacer con la inquietud que tiene sobre si, y se polarizó. ¿Vivo con la inquietud o hago algo para taparla? Por eso la mayor parte de las personas la niega: yo solo quiero el bien para mi. Eso es lo que alimenta el sistema.

- ¿Es un sistema dictatorial, donde no podemos ser cocreadores?
JG: Pero tenemos el poder de no consumir eso...
DS: No son ingenuos los que piensan que no son responsables. En el campo dicen que "es mas grande la sombra que el bicho". Pero lo peor del bicho no es su voracidad y su maldad, sino su pereza. La pereza del tipo que delegó en sus líderes, en sus próceres, en sus jefes. Hay muchas personas, ya no líderes esclarecidos, que tienen una función educativa en el sentido etimológico, que es sacar para afuera lo que tienen. Eso está apareciendo, y de alguna manera se está revirtiendo esta cosa de esperar que otros te den. La cuestión educativa cumplió su función, que es abrir un camino, mostrar algo sobre la necesidad. Y la necesidad cada vez es mayor y acuciante. Este horror al vacío y a la soledad son deformidades de la cultura europea, del primer mundo, y en la medida en que se está viniendo abajo -felizmente y lamentablemente a la vez, porque duele mucho- inevitablemente aparece algo distinto, algo espontáneo, algo nuevo, algo diferente, que no tenés que buscar tampoco en las sagradas culturas orientales porque ellos tampoco la tienen clara.

- A veces uno puede tener la impresión de que hay algo en la historia de la humanidad, que fue censurado...
DS: La iglesia no consideraba a la mujer. Lo de la Virgen María aparece gracias a los trovadores, eso es un hecho histórico. Ese fenómeno sacó de las mujeres una fuerza tremenda y generó un movimiento de místicas fuertísimo, que fue rápidamente reprimido porque la estructura no lo soportó, y duró 700 años, y recién ahora se conocen mujeres de esa época que eran esclarecidísimas, grandes místicas, que tenían visiones y hacían grandes hospitales. La represión funcionó por 700 años, desde el 1100.
JG: El aplastamiento y la omisión de lo femenino empezó con la institución eclesiástica, que cambió el calendario y lo pasó de 13 meses a 12. Sacó todo lo que era el ciclo femenino que son las 13 lunas, las 13 menstruaciones del año...

- El conquistador, lo primero que hacía al tomar un imperio, era ir a las bibliotecas y quemar o corregir los relatos según su propia óptica.
JG: Si vos le cortás la memoria a una persona, le cortás el contacto. Eso hace que te sientas solo. Vos te sentís solo cuando estás desconectado de tu memoria. Descubrí hace poco que la iglesia al principio no reprimió el sexo. Lo empezó a reprimir en la Edad Media. En el primer milenio el sexo no estaba reprimido, y estaba conectado con lo sagrado...
DS: Hay una cuestión de poder también en el celibato. Vos tenés tipos incondicionales que además, si son de familias adineradas, cuando heredan, hereda la institución. Es maquiavélico y genial. Generaron la primera globalización.
JG: También es importante ver el desaire que le hizo el ser humano a sus padres en la cultura urbana psicoanalizada. Despreciarlos, desairarlos. Eso de creerte mejor que tus padres, te separa y te deja solo, porque nunca estás solo si llevás a tus viejos dentro o atrás tuyo. Podés estar ocasionalmente solo, pero no sos solo.
DS: Es otro corte de un ciclo de memoria, porque el viejo era la memoria de la tribu, y el que le contaba los cuentos a los chicos mientras los grandes trabajaban, cazaban, hacían lo que tenían que hacer. Los viejos le pasaban la memoria a los chicos. Ahora los viejos están en el geriátrico y los chicos juegan a la PlayStation...

- Pero la familia clásica tampoco daba muchas esperanzas...
DS: Tenemos que incorporar la noción de lo evolutivo. El pueblito también tiene que evolucionar. Un hombre trae consigo un lobo y un cordero, y tiene que llegar al día del juicio final con los dos bien alimentados. Es dificilísimo, porque tu tendencia conservadora te hace entrar en la chatura y tu tendencia creativa te hace matar. Entonces, ¿cuál es la solución? La solución es poder retornar hacia un fluir evolutivo que indefectiblemente lleva a lo desconocido. Que en el pueblito todos tengan televisión no es evolución...
JG: Eso es confundir progreso con evolución.
DS: No podés comer manzana con cáscara porque la cáscara tiene químicos, pero lo bueno de la manzana está en la cáscara. Si yo abomino de la soledad porque la cultura me enseñó que estar solo es algo terrible, estoy perdiéndome el requisito necesario para poder evolucionar.
JG: Además, para poder encontrarte con el otro y tener una relación verdadera de amor, tenés que poder estar solo. Si no, estás con un "cubre necesiades", estás con alguien que te tapa los agujeros.

- Pero el punto es que la gente no quiere estar sola, a sus chicos le llenan la agenda de actividades...
DS: Voy cada tanto a Chile a dar un taller de estrés para adolescentes. Y me parece abominable que un chico de 15 años esté con taquicardia porque el sistema educativo lo presiona.

- Además si no es exitoso no entra a la facultad, pero los opinólogos no paran de decir: "¡Qué bien que está Chile!"
DS: Es la peor señal hacerle creer a la gente que es una mala compañía para si mismo.

- ¿Se aprende a estar solo?
JG: Quien no puede estar en intimidad consigo mismo, no puede estar en intimidad con otro. Cuando tenés relaciones superficiales siempre te quedás vacío. In-ti-mi-dad es lo que se necesita.

- ¿Y qué pasa con la cultura de las parejas que constantemente programan salidas y encuentros con otros?
DS: Son personas que no sienten. Son personas que perdieron sus sentidos.
JG: Son fotocopias desteñidas.

- ¿Se puede cambiar?
JG: Gracias a que te sentís mal, a que estás insatisfecho, empezás a buscar el camino, a saber que hay una restauración y que en gran parte está en tus manos.
DS: La verdad se impone.

- Pero la reflexión solitaria por si sola no sirve para nada.
JG: Hay ordenadores. Lo ecológico va a ser un ordenador natural, porque está contactando a las personas con el límite. Lo que necesitamos no lo venden en el shopping.
DS: Lo económico es la parte mas monstruosa y pueril de la cultura. Desde que hay premio Nobel de economía, en el 60, el mundo está cada vez peor en ese sentido, mayores desigualdades, pobrezas horribles... ¿qué es lo que se premia? Porque no hicieron nada bueno, no descubrieron nada que ayudara a mejorar la vida de las personas. Toda esta cuestión economicista, consumista, es un invento intelectual para generar formas de dominación.

- ¿No es una verdadera estupidez que se haya vendido una foto "artística", algo que se puede reproducir, por u$s tres millones, como sucedió unos meses atrás?
JG: No responde a nada esencial, seguro. No tiene sentido, está conectado con el sentido del sistema.

- ¿Cuál es la diferencia entre la soledad y la tristeza?
JG: Estar triste es muy diferente de a no poder estar solo.
DS: La soledad en si no es ni buena ni mala. La soledad mala está ligada a la pérdida, a la sensación de que perdiste algo que querés, porque sentís que te falta y lamentás esa separación. Uno es un sistema de memorias que está todo el tiempo pidiendo actualizar la certeza de que no existe tal separación, que hay una función constante y correctora. Cuando apagás toda la desesperación de la separación, se actualiza una presencia, una conexión nirvánica, no tenés que darte con nada para sentir todo eso. Tenés que vaciarte de todo eso y automáticamente aparece la conexión con el todo, y automáticamente el reconocimiento de la conexión y el reconocer a los semejantes. Ahí comienza un proceso de luminosidad.

- ¿Es común recuperar la brújula?
JG: Y no es solo una promesa a futuro, es algo para el presente.
DS: Si yo dejo de anhelar sentirme luminoso, me daría cuenta que ya tengo esa luminosidad. Si yo suspendo toda esa preocupación por tener todo lo que ya tengo, por estar conectado con todo, me daría cuenta de que ya estoy conectado, voy a sentirlo y voy a decir "Ah! Buscaba los anteojos que tenía puestos". Esto es Presente todo el tiempo. En "Más allá de los sueños", cuando Robin Williams se encuentra con su mujer en el infierno y le pregunta "¿A quién buscas?", ella le responde "A mi amor". "Soy yo" le dice él, y ella no lo reconoce. Ése es el infierno: no reconocer que lo que tenés adelante tuyo es lo que estás buscando.Como decía San Francisco: "Lo que buscás, está buscándote". Todo el tiempo te está tocando el hombro y vos decís "salí, salí que estoy ocupado buscando". Tenemos que entender que no hay un después. Solo hay un presente y es ese presente el que trae un futuro maravilloso.

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