12.7.08

LOS SUEÑOS ¿UNA HERRAMIENTA EVOLUTIVA? 2

Por Dr. Daniel Scian - 2ª Parte

Bueno, no voy a repetir todo, simplemente recordar que el tema de los sueños nos lleva a considerar que no funcionamos en toda nuestra capacidad, habitualmente.

Que el sueño tiene unas funciones muy importantes para equilibrar el funcionamiento de todo el sistema, como reprocesar la experiencia diaria desde otro lugar mental, es decir registrar lo vivido desde la dominancia del hemisferio izquierdo en el modo del otro hemisferio. En ese sentido, es interesante recordar que este pasaje de un modo de funcionamiento al otro (izquierdo a derecho), también se da en la poesía. O sea, hay otras formas habituales de pasaje izq a der, y eso sirve para mantener la posibilidad de funcionar más completamente

La cuestión es, como decíamos la vez anterior, que no siempre lo soportamos y ahí empieza la necesidad de distracción. Pero eso es otro tema por ahora.

Para trabajar con los sueños basta con pensar en ellos, tenerlos en cuenta, darles un lugar en la vigilia. Eso permite que se acorte la brecha entre esos dos mundos que nos componen y eso permite que los podamos recordar más a menudo y luego hacer algo con ellos.

¿Hacer qué?

Bueno, acostumbrarnos a estar en ellos para acostumbrarnos a que la realidad tenga también esas dimensiones que desde la vigilia llamamos oníricas pero que simplemente son parte del todo.

Y eso ¿para qué sirve?

Para funcionar en cada vez más áreas de nuestro potencial, desarrollar nuestra capacidad posible de comprensión, conciencia, acción.

Por otra parte, lo tan conocido de trabajar en la interpretación de los sueños, no es tan importante como a primera vista parece, porque ese es un deseo de nuestra mente lógica, racional , del hemisferio izquierdo. En realidad, mucho más importante es aprender a convivir con esa manera particular de sentir y actuar, la que caracteriza a los sueños. O sea, aprender a navegar en los sueños para luego poder navegar en la parte "onírica" de la realidad.

¿Qué pasa si programamos los sueños? Es decir antes de acostarnos visualizamos cosas positivas y repetirnos “voy a soñar lo que veo”. ¿Voy a recordar lo que sueño?

Eso es interesante pero primero habría que saber para qué, porque es como pensar en programar un viaje del que no sabemos el vehículo, el tiempo, el costo.

Yo creo que lo fundamental es aprender a convivir con la parte onírica de la realidad.

¿A qué te referís con la parte onírica de la realidad?

Me refiero a que la realidad es mucho más que esto que vemos y que hay mucho más que podríamos experimentar pero que no podemos porque estamos anclados en el modo del hemisferio izquierdo.

Además, el sueño y nuestro contacto con todo ese otro mundo son esenciales porque si no soñamos podemos volvernos locos y hasta morir.

Otro dato a tener en cuenta para entender todo esto es nuestra condición de seres en evolución, porque estamos todo el tiempo en medio de un conflicto entre la "certeza" y el deseo de estar completos y definitivos, y por otro lado la realidad de estar cambiando todo el tiempo.

¿Por qué hay sueños que nos permiten sentirnos bien y felices durante el dia, sin necesidad de recordarlos y otros que nos hacen sentir una piltrafa, sin saber qué hemos soñado?

Los primeros son los que cumplieron su función equilibradora: ordenaron nuestra experiencia para recuperar la sensación de fluir. Los segundos son parte de una tarea más compleja que posiblemente requiera más tiempo, días (o mejor dicho, noches) en que se va desarrollando un "metabolismo" más complejo. Es el caso de las pesadillas: luego de un hecho traumático en general, hace falta transitar un período mas o menos prolongado de repetir y repetir el recuerdo de lo doloroso para curarlo, y no siempre eso pasa a la conciencia. Como en la pesadilla muchas veces simplemente ocurre en el sueño de un modo más trabajoso, como una digestión pesada que no llega a obligarte a tomar algo, simplemente te sentís mal en general.

Tengo entendido que el cerebro, registra el pensamiento mas fuerte del día y lo metabolizamos en el sueño. Por ejemplo, si durante el dia sin darnos cuenta nuestra mente vió una cucaracha, es posible que soñemos con un monstruo o algo desagradable.

Bueno, es lo que Freud llamaba “resto diurno”, y sencillamente es el material de la experiencia vigil que servirá para armar el sueño. Como cuando un pintor quiere expresar una idea y usará un material u otro, una textura, color etc. Entonces, no es tan importante eso como lo que se expresa a través de eso. Pero, de nuevo, no quiere decir que sea indispensable interpretar un sentido al igual que no es indispensable "descifrar" o entender un cuadro: basta con sentir. Y, como ves, no es tan fácil disponerse a sólo sentir! La razón está todo el tiempo exigiendo un lugar importantísimo.

¿Y las pesadillas que son de repente?

En cuanto a la pesadilla o la cosa conmovedora de repente, vale lo que te decía: no siempre requiere de nuestra conciencia ese trabajo. La pesadilla sirve para un ajuste mayor cuando la persona quedó muy dañada. Habitualmente el sueño no irrumpe en la vida vigil, y eso es porque la integración, la unificación, en hecho de funcionar en más dimensiones como estas dos de las que hablamos. Es un proyecto a desarrollar, requiere de voluntad y deseo y conciencia.

¿Qué sucede si tratamos durante el día de mantener pensamientos positivos, y de intentar imprimirlos con mas fuerza en nuestra mente? ¿Podemos lograr con el tiempo un mejor estado tanto físico como anímico ?

Todo lo que hacemos de día o de noche influye en nuestra otra mitad. Por eso tener en cuenta los sueños durante el día ayuda

a estar más en los sueños de noche, a tener mas presencia de la mente "habitual" en los sueños.

Comentás que habitualmente el sueño no irrumpe en la vida vigil. Mas, cómo encaramos entonces los "ensueños", esos momentos en que la mente se dispara y "sueña despierta".

En realidad todo el tiempo estamos ensoñando. Eso es lo que se llama el parloteo interno o el diálogo etc, y eso es otra cosa, porque no cumple una función como el sueño dormido

¿Ensoñar no es inútil?

Sí, ensoñar nos saca de la presencia, y es inútil hasta que uno lo vuelve conciente y lo usa o lo trasciende.

¿O sea que lo positivo sería evitar los ensueños?

No es posible evitarlos, es cuestión de agregar conciencia y de llevarlos a donde uno quiere, algo parecido a lo que se decía de dirigir el rumbo hacia contenidos más positivos por ejemplo. Pero atención que cuando digo conciencia no me refiero a pensamiento racional, es un primer grado de presencia. Un ejemplo: si estás en una reunión y se habla mucho y de un montón de cosas, vos podes hacer el intento de darte cuenta de la situación y en ese momento comprendés más, abarcás la situación y podés escuchar “pero también recordarte”. Y ocurre que no dejás de entender lo que se dice, podés seguir hablando pero no estás sumergido en las palabras, perdido en el discurso y, por ejemplo, ves más allá de los argumentos y te das cuenta de la razón de tal o cual mal entendido, etc

Lo que ocurrió es que agregaste conciencia.

Y lo mismo ocurre en la tertulia constante dentro de uno: estar más presente hace que puedas distinguir más los argumentos en sus contextos y percibas más cosas que eso, más allá de los argumentos.

Hace unos años se comparaba el sueño y la vigilia con la oposición entre oriente y occidente, como si el sueño fuera nuestra "parte oriental" (no uruguaya) y la consecuencia de esa comparación es que la tarea es la de integrar. No de que los orientales se vuelvan muy racionales, ni que perdamos nuestra razón y seamos sólo intuitivos y poéticos, sino que podamos ser una integración mayor, que podamos razonar, intuir, producir, soñar, etc etc sin dividirnos tan tajantemente en esas funciones.

¿Por qué es tan difícil mantenerse en el medio y generalmente uno se va a los extremos en ese sentido? Están los muy racionales o los bohemios.

Porque el punto de partida es la separación. Ese es el estado inicial. Y la tarea de integrar es la de desarrollar una integración que no existe todavía. Las tendencias o características de una persona son sus puntos de partida.

Y los mitos de los héroes y viajeros muestran metafóricamente esa tarea de ir más allá del propio territorio, a conquistar lo extraño o simplemente a aprender a convivir con ello. Y hablamos de lo extraño dentro de uno. Eso es lo que ocurre en la llamada crisis de la mitad de la vida: a la edad que sea te agarra -con suerte, porque a mucha gente no le agarra- una crisis que te lleva a cuestionar tu mundo conocido y a cambiar totalmente.

Y el error, muchas veces, es el de darse vuelta, cambiar pero dejando todo lo conocido atrás. Integrar es agregar, sumar, armonizar lo anterior con lo nuevo. Eso es lo que tratan de hacer los sueños todas las noches: unir dos mundos que se intuyen pero se recelan o se temen.

Entonces ¿es bueno para una persona desafiarse a vivir cosas a las que teme, porque son distintas a las que está acostumbrado?

No hace falta tanto, basta con encarar los propios miedos, las limitaciones habituales y trabajarlas con prudencia para no generar resistencia. O sea: no tanto como desafiarse, sino, avanzar prudentemente manteniendo la conciencia, sintiendo, estando atento. Avanzar sobre mis miedos de modo heroico puede llevarme a un triunfo sólo aparente o a empeorar el miedo. “Soldado que huye, sirve para otra guerra”

O sea, el sueño nos ayuda a recorrer esa escalera de la comprensión que nos puede dejar en el escalón más alto, el de la Intuición.

Si, algo así, es un instrumento más y hay etapas en la vida en que eso es útil y posible y otras en que no funciona y uno tiene que dejar que el sueño funcione por su cuenta y no meterse.

En otras palabras, el sueño no siempre es importante.

No querés retomar lo que hablabas antes sobre los sueños y la evolución? La charla nos lleva a eso indiscutiblemente.

Bueno. La cosa es que durante el sueño funciona plenamente un aspecto de nuestra mente que no tiene cabida en la vida vigil: domina el hemisferio derecho, y su función es intolerable en la vida diaria. No soportamos fácilmente vivir en ese estado en el que el tiempo no es lineal, no se cumple con los principios de la lógica, y las cosas son y no son, son esto y aquello, están aquí Y allá.

Pero eso es real, sólo que no podemos funcionar así todo el tiempo.

Entoncess, el trabajo con los sueños nos ayuda a habituarnos a esa parte de la realidad global y de nuestra realidad personal. Eso amplía el campo de lo real en nuestra experiencia como si viviéramos en una comarca pequeñita, y el sueño fuera un viaje a otras tierras: al volver de cada excursión o aventura vas trascendiendo tus límites pueblerinos. Pero como el sueño puede perfectamente pasarte desapercibido, podés viajar miles de kilómetros y seguir teniéndole miedo a comer sandía con vino. Entonces el trabajo con los sueños te puede llevar a aprovecharlos para que tu conciencia, tu presencia, crezcan.

Si el sueño es reparador, es decir que te repara orgánicamente y psíquicamente, ¿podemos decir que el sueño nos ayuda a evolucionar, teniendo presente que la evolución es orgánica?

Si si, pasa que el estado dormido es muy complejo y no sólo soñamos sino que el cuerpo aprovecha para muchas otras cosas. Pero la reparación es mental, no tanto física.

De hecho, durante el sueño muchas veces desarrollamos una intensa actividad física. O sea: descansar, acostarte despierto pero reposando, eso te rapara físicamente. Pero dormir permite un trabajo muy complejo de muchos sistemas. Por ejemplo: cuando dormimos está activa una parte del tronco cerebral que nos paraliza, nos "curariza" (curare es el veneno de las cerbatanas que te deja paralizado). Entonces, soñás que corrés pero no te movés. Hay una intensa actividad muscular aunque diferente a la de correr de verdad: el corazón funciona intensamente -muchos infartos son durante el sueño- y muchos órganos trabajan con todo. Pero es la mente que se reconstituye, que se armoniza, que se defragmenta o le pasa el scandisk, lo que te hace sentir reparado. Por eso a veces te levantás descansado pero con la sensación de que los músculos estuvieron activos, como en el bruxismo.

Entonces soñar puede llega a ser una actividad tan intensa o mas inclusive, que la que uno puede desarrollar durante la vigilia. Pero ¿podemos soñar aquello que no tenemos en nuestro campo visual interno?

Claro! Están los sueños que son como revelaciones o iluminaciones pero en general siempre los sueños usan el material de la experiencia conocida. El lenguaje del sueño se habla en el dialecto del soñante, no es común que yo sueñe con material extraño a mi material, quiero decir, como en una película: los chinos usarán paisajes chinos, los cordobeses, alfajores y sierras y burritos. Y un cordobés puede usar dragones, pero que vió en el almanaque de la tintorería.

El lenguaje del sueño raramente es extranjero a uno y en esos casos se habla de algo como una "revelación".

Pero pensá que hasta un profeta habla con imágenes de su mundo conocido, sólo que lo que dice se refiere a algo que aún no es conocido, se anticipa, y el sueño también tiene esa función anticipadora, a veces profética, o sea de precognición, de saber algo antes de que ocurra.

Pero más a menudo de ver tramas o comprender dimensiones antes que la mente racional habitual lo logre, y eso nos parece -de hecho lo es- profético o algo así.

Me hacés recordar las veces que uno sueña y ve a alguien en su sueño que le habla (alguien que es un referente importante), pero no "comprende" lo que dice. Uno igual está tranquilo porque la "información" queda en algún rincón. Y cuando podemos incorporar los códigos, "nos Damos Cuenta".

Exactamente.

Al principio dijiste que para trabajar con los sueños bastaba con pensar en ellos, tenerlos en cuenta, darles un lugar en la vigilia. Cuando no recordamos el sueño?

Claro, pensar en ellos durante el día y todo eso logra que poco a poco puedas recordarlos. E trabajo no es de un día ni de una noche, es en la secuencia de días y noches en los que uno trata de unir. Es decir, de recordar de día que hay otro mundo en el sueño y de recordar en los sueños que existe el mundo diurno, vigil, y que no es ese de ese momento. De a poco ocurre que no sólo vas recordando habitualmente los sueños al desperta, sino que va dándose la integración que hace que sientas las zonas comunes entre las dos experiencias. Una tarea útil -como decíamos en el chat anterior- es la de anotar los sueños.

Pero si no recuerdo nada entonces anotar lo que me pasa por la cabeza al despertar. Puede ser algo que no parece un sueño o eso que estábamos soñando, pero de a poco, con el tiempo, esa punta traerá al recuerdo el sueño.

A mi me ha pasado que he soñado con alguna experiencia, y al mes o menos retomo ese sueño donde lo deje, pueden ser secuenciales los sueños, o es lo que vos decias que los sueños trabajan en dias.

Es como si visitaras otro mundo: está siempre ahí igual. A veces el recorrido se da en etapas como leer un libro, dejar en tal pagina y seguir otro día.

Lo que estás comentando sobre el sueño y su desarrollo, bien podemos aplicarlo al momento de "armar" y trabajar con las fantasías guiadas y las narraciones en BM.

Claro. La fantasía guiada es ontológicamente diferente del sueño. Pero igual que el sueño, puede desarrollar un trabajo interno, puede funcionar como un proceso.

Además, de hecho, hay todo un mundo de fenómenos familiares entre sí que a veces se engloban en el concepto genérico de onirismo, más allá del sueño propiamente dicho, que incluyen a la poesía, el ensoñar, la fantasía, o sea, ese mundo imaginario en el que nos metemos al escuchar, leer o pensar cuentos, mitos y etc.

Una última pregunta, ¿por qué hay sueños que parecen que duraran toda la noche y solo han pasado minutos?

Eso es simplemente por la distorsión de la experiencia del tiempo, propia del hemisferio derecho.

Borges hablaba en un cuento de ese fenómeno diciendo que todo lo que había pensado en un sueño o en una fantasía, le llevaría muchísimo tiempo de narrar, entonces la paradoja es la de dos tiempos diferentes, simultáneos.


No hay comentarios: