6.3.12

DEL CONTACTO CON EL SONIDO DE LAS PALABRAS

2da historia - DE LAS PALABRAS
por JAZMÍN FERNÁNDEZ 
Médica Veterinaria - Santa Fe - Marzo 6, 2012


Del contacto con el sonido de las palabras, con la esencia de la palabra 

Una tarde llega a la clínica una pareja de ancianos que adoran a su perro. Son de esas personas en las que los animales dejan de ser solo animales y se convierten en hijos, amigos, nietos. Hasta lo llevan de vacaciones por el país, parando en hoteles que les permiten compartir habitación con el perro.
Nos comentaron de su problema: hernia perineal severa, y de la posibilidad de cirugía que ellos esperaban realizar.
Se resuelve la cirugía. 
Al mes, la musculatura cede y la hernia se vuelve a hacer evidente, la región no era propicia para el anclaje muscular y obliteracion del espacio formado. Tras varios meses de espera e insistencia de los dueños, se decide realizar la cirugía con otra técnica mas compleja, trasladando musculatura del muslo hacia la región, con el peligro de contaminación de la herida quirúrgica ya que el mÚsculo debía ser extraÍdo de la pata contraria al lado de la hernia, y la incisión debÍa pasar por debajo del ano.
Al cabo unos días la herida no evolucionaba favorablemente, se decide abrir unos puntos y evacuar el contenido. 
En ese tiempo mi colega estaba muy ocupado con estudios complementarios y yo cubrÍa toda la atención clínica. Asi fue que veía a Bingo cada 12 hs, repetÍa antibióticos, controlaba la herida, la drenaba… ¡con lo doloroso que esto puede llegar a ser! Lo lógico seria pensar que a medida que el animal se recuperara, aumentaría su renuencia a venir a la clínica y su agresividad hacia mi. ¡Pero para mi sorpresa ocurrió lo contrario!
¿Cómo es posible que después de tanto dolor, pinchazos y el olor a miedo que contienen las veterinarias, este animalito quisiera venir a su tratamiento? Y no solo venir, sino mover la cola, y ser el primero en llegar esperando a que le abran la puerta.

Con el tiempo sus dueños me contaron como curiosidad, que Bingo se ponía feliz cada vez que me nombraban, no por el entusiasmo en la palabra ni por ningún premio dado, ya que habían probado nombrar a otras personas y no ocurria lo mismo. Es mas: notaban cómo su mascota, sin avisarle que venían a la veterinaria, al acercarse a unas cuadras, ya reconocia el camino!!! Pero no es todo: al cambiar de camino para despistarlo, cuando ya estaba cerca, repetÍa el mismo comportamiento demostrando que sabia que venia a la clínica. Y hasta cuando pasaban cerca sin intención de pasar, el se ponía muy contento y era ahi que sus dueños se daban cuenta de la cercanía. 

Que extraño, no? ¿Que percibiría Bingo?

Entonces recordé una película: “Palabras Mágicas”, con Richard Gere. En ella se ilustra cómo algunas culturas consideran que el sonido envuelve la esencia de la palabra en si, nos contacta con la fuente de la cosa misma… de todas las cosas! Por eso es tan importante repetirlas en su idioma original y con la pronunciación correcta, para lograr ese contacto. 

¿Será que Bingo se contacta con mi esencia cada vez que sus dueños me nombran? ¿Será que detecta la vibración al estar cerca de la clínica mientras llega en el auto? ¿Por qué hay clínicas en las que el animal no quiere entrar? ¿Por qué cambian su comportamiento según quien los atienda, por mas que el tratamiento y el dolor producido sea el mismo? Estas preguntas oradan en mi cabeza una y otra vez… ¿cómo es que esto ocurre?
Nosotros podemos “elegir” o razonar, ellos ¿qué utilizan? 

Mientras escribo esta historia resuena en mi un pasaje del libro que estoy leyendo: "La Ultima Barrera - Un viaje sufí" de Rashad Field:
"En el principio era la palabra. Y pronuncio Dios la palabra y dijo… Sea!!! y todas las cosas fueron. De modo que en el principio todo es. Sin embargo, lo que tú ves aquí y ahora, no es el mundo real; y lo que te digo, si lo que escuchas es la forma de las palabras, tampoco es real. En cambio, si prestas atención al suspirar del viento, escucharás el mensaje de la verdad; y si envias tu mensaje con el viento, tarde o temprano, alguien prestará atención y lo oirá.”
Es al dia de hoy que Bingo se desespera para venir a la clínica a visitarme, siendo el primero en entrar y el último en salir... y a rastras!!!

2 comentarios:

Martin Perez Cespedes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martin Perez Cespedes dijo...

Gracias! Lindisimo!